viernes, 16 de octubre de 2009

Estudiando Arquitectura

Si bien durante la carrera se aprenden muchas cosas dentro de los salones de clases, también es cierto que la mayoría quedan tatuadas en nuestra mente por otras razones y aprendidas en otros lugares.

Creo por ello harto conveniente iniciar mi blog acerca de la Arquitectura con algunos de los conocimientos empíricos que uno adquiere al entrar a la facultad:

  1. Aprendes que la ley de la relatividad de Einstein es totalmente cierta, el tiempo se vuelve relativo a cada momento. Inicias semana el lunes, pasan como 5 horas y… ¡ya es viernes!……. ¡Y tienes tarea para toooooooodo el fin! O lo contrario, estás en la clase….. el maestro no te interesa….. es la tercera vez que piensas que desperdicias tiempo ahí….. de hecho acaba de empezar el módulo…. son las ¿qué? ¡¿12:01?! ok ok…. tranquilízate…. (y así pasan como 3 horas)…. ¿qué horas serán ahora?…. ¡¡¡¡¡¿¿¿¿12:04????!!!!!!
  2. Aprendes que en realidad tu familia cambia mucho y nunca lo habías notado antes. Los dejaste de ver cuando nació tu hermano pequeño y ahora el susodicho ya va a salir de la primaria.
  3. Te das cuenta de que si no la haces de arquitecto al menos sí de malabarista o de acomodador. Imaginarse este cuadro: toda tu noche la pasaste haciendo una maqueta, cada detalle es tan perfecto que tienes ganas de llorar de la emoción y sientes que el desvelo valió perfectamente la pena, así que sales orgulloso de ti mismo y te encaminas a la parada, pasa tu camión y……. está hasta el tope de personas. Tu mente reclama un taxi y tu bolsillo te recuerda: “ahhh, pero si compramos albanene ayer y los lápices y el papel batería y solidex y los monigotes para la maqueta y te fregaste el estilógrafo y hubo que comprar otro y las copias del libro….” así que te subes y quién sabe cómo le haces pero…. LLEGAS CON LA MAQUETA VIVA.
  4. Complemento del anterior es cuando, además, aprendes que una pierna rota, un brazo fracturado o un nudillo ensangrentado no son tan importantes si el trabajo llegó a salvo (y aparte te pusieron 6/6/6 ó una A). Por tanto defiendes con tu vida tu proyecto.
  5. Aprendes que puedes haberte desvelado una semana y cuando llegues el maestro te dirá: “A tu propuesta le falta fortaleza” y te quedarás con un palmo de narices. Ah, pero eso sí, mientras pasabas hacia el salón viste a un (jaja) tonto que no hizo nada en toda la semana (jaja) y apenas está terminándolo todo mal hecho y feo (jaaaaajaaajaaaa) o sea, si tú saliste mal ¿qué le espera a ese pobre diablo?……….. pero sucede que a ese “pobre diablo” le pusieron la máxima calificación y nadie sabe a ciencia cierta por qué. (ja-ja-ja)
  6. Corolario de lo anterior es cuando tú eres el pobre diablo y te ganas las miradas de envidia de todo tu salón.
  7. Aprendes que más de la mitad de lo que creías acerca de arquitectura es falso y lo que resta está bien pero incompleto.
  8. Que sabes más de economía que los de administración.
  9. Que el “fashion look” se quedó en la primera semana de clases, sobre todo porque nunca tendrás tanta ropa como para no repetir.
  10. Te das cuenta que tus amigos se han convertido en tu nueva familia, que pasas más tiempo con ellos que con nadie más y si no haces amigos en esta etapa entonces de verdad te va a ir muuuuy mal.
  11. Aprendes que las “evaluaciones finales” pueden ocurrir a mitades de semestre y que un semestre puede tener sólo 3 meses de duración.
  12. Que aquí es un “todo o nada”, o eres bueno para ambas ramas de la arquitectura o…. bueno…. serás uno de los tachados en la lista.
  13. Entiendes que nunca volverás a tener tiempo libre o a ejercer el ocio sin sentirte culpable por no estar haciendo tu tarea, o adelantando temas, o leyendo lo que sea de arquitectura.
  14. Te desesperas tú mismo porque en cuanto llegas a una casa, a un edificio o cualquier construcción X, empiezas a analizar si cumplió realmente con la función, a veces esto resulta contraproducente cuando se trata de tu propia casa o de alguna de tus amigos.

¿Qué es lo peor de todo lo anterior? Que nos sigue encantando arquitectura, la carrera en sí es difícil, sobrevivir se ve imposible, las horas de sueño han quedado en el pasado, la convivencia familiar igual, ahora vives; comes; respiras; bebes; sueñas y sientes arquitectura. Porque jamás encontrarás algo que te apasione igual, algo que te llene tan profundo y te dé esa sed de conocimientos que la hermosa e ingrata carrera de Arquitectura.

2 comentarios:

  1. wow jaja me identifique jaja aunque te falto que casi siempre te dormiras en clase o a la hora d la comida etc etc etc !

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  2. Buena xD... como dijiste arquitectura es arquitectura en todos lados :D SALUDOS DE CHILE :D

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